Todo por ti Jesús mío, el padecer, el morir, el descansar y el amar

Entrevista Hna. Concepción Córdova Mena

Entrevistas



La hermana Concepción Córdoba Mena es una religiosa que pertenece a la Congregación de las Siervas Guadalupanas de Cristo Sacerdote, y tuvo la oportunidad de servir al hoy beato Juan Pablo II en la Nunciatura Apostólica durante su cuarta visita pastoral a México.

En aquella ocasión, la hermana Concepción fue la responsable de atenderle todos los días en el comedor, además de que recibió el encargo de arreglar y asear el cuarto donde se hospedó el Santo Padre en la Nunciatura, por lo que, entre otras cosas, le planchó sus ropas y ornamentos.

Entrevistada por Desde la fe, la religiosa recordó con alegría aquellos momentos únicos e indescriptibles, y comentó que además tuvo la dicha de asistir a una Misa que celebró el Papa en la pequeña capilla de su residencia en la Nunciatura. A esa celebración sólo asistieron las seis hermanas que trabajaban en la sede diplomática.

“Fue una gran bendición para nuestro instituto religioso y para nuestras familias. Nunca había pasado por mi mente la posibilidad de atender tan directamente al Papa durante varios días”, dijo.

Al enseñarnos cada uno de los salones y habitaciones de la Nunciatura Apostólica donde Juan Pablo II se hospedó en cuatro ocasiones, la religiosa comentó que, por todas partes, quedan recuerdos de las visitas del Papa a México. Como un acto de justicia, la calle donde está la Nunciatura recibió el nombre de Juan Pablo II.

La religiosa Concepción Córdoba nos mostró las sillas en donde se sentó el Papa, la mesa donde suscribió algunos documentos, su habitación, el comedor y, posteriormente, nos condujo a un armario donde se guardan con todo cariño las sábanas, servilletas y otros objetos que tocó el Santo Padre.

Luego nos condujo a una amplia vitrina que el Sr. Nuncio Christophe Pierre mandó instalar en un amplio salón de recepción, donde se resguardan algunos objetos con los que tuvo mayor contacto, como son los platos y tasas donde le sirvieron los alimentos, un solideo, una Biblia, entre otros.

Por su parte, otra religiosa de la misma congregación Roxana Collín Carreón, comentó que ella fue la responsable de elaborar los menús y de prepararlos de manera permanente durante la visita de Juan Pablo II. 

“Lo que más le gustaba eran las frutas tropicales de México; los mangos, el mamey y la papaya. Los alimentos que consumía eran ordinarios, nada excepcional, pero durante una cena, le preparamos un pescado envuelto en hojas de maíz, al estilo mexicano, el cual disfrutó mucho. Además, unos dulces que elaboramos con almendras”, recuerda.

Cabe mencionar que la hermana Roxana Collín fue invitada a los países bálticos durante la visita que realizó el Papa Juan Pablo II a esas latitudes, donde también tuvo la oportunidad de preparar algunos platillos para Su Santidad.

“Para mí fue una cosa maravillosa el haberlo atendido. Su sola presencia transmitía paz y con su sola mirada invitaba a todos a entrar en comunión con Dios. A todas las religiosas nos regaló un rosario que rezamos con mucha devoción y guardamos como un gran tesoro”.

En la Nunciatura Apostólica, Juan pablo II tuvo momentos de especial convivencia con algunos organizadores de su viaje pastoral, en un amplio salón conocido como “Rinconada de los Ángeles”, donde también celebró una Misa y está lleno de bellos 

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Copyright (c) 2011, hacia los altares, 2 febrero 2011